domingo, 25 de marzo de 2007

El Profeta: Los Hijos

Sus hijos no son sus hijos.
Son los hijos e hijas de la vida
Añorándose a sí misma.
Vienen a través de ustedes, pero no de ustedes.
Ustedes podrán darles su amor, pero no sus pensamientos,
porque tienen sus propios pensamientos.
Podrán alojar sus cuerpos, pero no sus almas.
Porque sus almas moran en la casa del mañana,
Que ustedes no pueden visitar, ni siquiera en sueños.
Podrán esforzarse en ser como ellos,
Pero no traten de hacer que ellos sean como ustedes.
Ustedes son los arcos desde los cuales parten sus hijos como flechas
vivientes.
Que su flexibilidad en las manos del arquero sea de gozo.

Kahlil Gibran. El Profeta

viernes, 23 de marzo de 2007

Crisis del Joven Desesperado

Existe una crisis que nos da a todos los jóvenes en el momento que estamos cursando 4º medio. No sé si tiene nombre, así que le llamaremos “Crisis del Joven Desesperado”. Como su nombre inventado por mí lo dice, uno se desespera al sentir que no existen muchas opciones en nuestro futuro, perdiendo en algunos casos nuestro norte.
4º medio es la etapa escolar donde todo debería estar más claro, saber que quieres estudiar, si tomarás un preuniversitario o no, en fin, muchas cosas más. Lo malo es que al desear alguna cosa, por ejemplo estudiar medicina, te das cuenta de que tienes obstáculos, como que tu NEM vale callampa, o que en la PSU te fue pésimo. Entra en uno la desesperación, ¿Qué hacer? ¿Cómo salgo de esto? Y al final es tanto, que se rinden diciendo “ya, cagué, valgo hongo, no me alcanza ni para ser jardinero”.
Vamos en orden, se me vienen muchas ideas a la cabeza.
¿Porqué los jóvenes a última hora se empiezan a preocupar de su NEM? Simple respuesta: porque a última hora les cuentan qué es el NEM. Es mas, ni siquiera saben que significa NEM, que es Notas de Enseñanza Media. Creo que para que los jóvenes realmente se puedan preocupar de sus notas, hay que explicarles de pequeños, tipo 8º básico lo que significa esto, que deben aplicarse, que hasta educación física te sirve para subir tu promedio, que se debe empezar a preocupar, etc. Pero NOOOOO, la gente grande, los adultos o como quieran llamarlos prefieren ahorrarse ese pequeño y simple discurso hasta el final, cuando ya no queda nada más por hacer, simplemente intentar sacar 7.0 en todas las pruebas [algo que veo bastante difícil] o sino echarse a morir, esperando a que la PSU te ayude en algo.
Si a ti te sucedió que recién ahora que cursas 4º medio te enteraste de lo del NEM, te recomiendo que te pongas las pilas, que te apliques y que intentes aunque sea un poco subir tus notas, porque por pequeña que sea la diferencia, igual sirve de harto.
Dejando de lado el tema del NEM, ahora quisiera ver lo de la PSU. Hay una diferencia abismal de puntajes entre colegios particulares y públicos, siendo los de menores recursos los que les van peor. Obvio, al tener más dinero puedes optar por hacer un preuniversitario, total tienes los recursos. Pero hay otros factores que también influyen, como cuando a alguien de situación acomodada le va pésimo en la PSU, ¿Qué sucedió? Que a pesar de haber tenido todos los medios para rendir una buena prueba, este gil se las farreó, se la pasó de carrete en carrete, disfrutando de lo mas que hay, y cuando obtuvo su puntaje le dieron deseos de morirse y tirarse de un puente. O como cuando un joven de escasos recursos le va pero muy bien en la PSU ¿Qué pasa aquí? Que este joven realmente tenía deseos de surgir, y sabía que rindiendo una buena prueba podía lograrlo. No, dinero para un preuniversitario no tenía, pero mucha energía si que tenía, así que decide estudiar por su cuenta, pedir material en la escuela, en fin, aplicarse al máximo.
Por eso, el que quiere puede, así de simple, y desear morir no es una opción, resignarse tampoco, la opción más válida es la de enfrentar todo lo que se está presentando y tomar las riendas del asunto, para que todo tome una buena dirección.

Defensas Bajas

[Escrito el 16/03/2007 en un momento de depresión-flash xD]

Me siento algo cansada, siendo que ni siquiera llevo 5 días en el colegio, tengo sueño, tomo una transantiago que por fortuna pasa afuera de mi casa, lo que significa que ya no tendré que caminar los 15 minutos de antes para lograr llegar a algún lugar donde haya locomoción. Pero por desgracia lo hago a las 7:40 A.M., lo que quiere decir que ahora me tengo que levantar mas temprano que antes, llegando al colegio tipo 8:10 A.M. cuando entramos a las 8.30 a clases . Menos mal que a esa hora está el Rubén, sino, creo que me sentiría muy sola esperando a que alguno de mis amigos del curso se aparezca.
El otro día tenía la esperanza de salir a las 1:30 de clases, y vaya sorpresa con la que me encuentro que justo ese día salimos en realidad a las 3:00... me enojé, me frustré, y sentía deseos de golpear a esa compañera de curso a la que se le dio la misión de informarnos sobre el nuevo cambio de horario, cosa que nunca hizo, solo le avisó a las pernas de sus amigas, las que obvio, llegaron ese día con la preparación psicológica de soportar las clases hasta esa hora. No fui la única que se enojó con nuestra “compañerita”. Así fue como terminé sin almuerzo, y de ahí que me he sentido sin energía. Extraño a mi novio, quiero verlo, o por último quisiera que se conecte en el MSN, pero no lo ha hecho... supongo que debe estar cansado, el se levanta muchísimo mas temprano que yo para intentar llegar a una hora decente a su colegio.
Estoy algo sensible, supongo. Siento que en cualquier momento mis lágrimas empezarán a deslizarse por mis mejillas sin motivo alguno, solo por el simple hecho de dejarse caer por la gravedad.
Quisiera detener el tiempo por un momento, reflexionar, pensar, analizar, o simplemente ver el techo, sin ser molestada, sin el pensamiento de que me tengo que dormir temprano sino mañana me quedaré dormida, o que tengo que hacer tal o cual cosa... las vacaciones me sirvieron, debo aceptarlo, pero cuando se tienen muchas reglas o te miran extraño porque sales mucho, siendo que son mis vacaciones, no se disfruta tanto como se quisiera, y ahí también me dan deseos de detener el tiempo. Santiago es muy acelerado, las calles se vuelven peligrosas, por lo cual las normas se vuelven cada vez más fuertes, se camina por las calles con un rostro un tanto asustado, claro que hay que disimularlo para que los flaites no se te acerquen y te vean con cara de ser la próxima víctima. Quiero detener el tiempo para estar mucho más tiempo con el hombre al que amo, sin la preocupación de tener que estar tomando el metro a cierta hora porque sino nos retan, o nos pueda suceder algo. Quiero detener el tiempo para leer libros que realmente me interesan, aunque en mi casa la variedad de libros ya se extinguió, tendría que comprar alguno. Quiero detener el tiempo para dormir 12 horas seguidas sin que mi padre suba a mi pieza y me rete diciéndome que es muy tarde y que no sea vaga, que baje a ayudar a hacer el aseo.
Pero no puedo detener el tiempo, y lo único que me queda es resignarme a seguir con mi vida acelerada, levantándome a las 6:45 A.M., tomar micro a las 7:40, entrar a clases a las 8:30, y esperar a que la rutina escolar se acabe para volver a casa con el máximo deseo de ver a mi novio y no poder porque los dos vivimos a la mierda, bajar a comer, subir a mi pieza y esperar, y mientras hago el recuento de todo esto, me baja nuevamente el deseo de llorar. Soy feliz, lo acepto, pero eso no quiere decir que me haya librado de la tristeza... porque no todo es perfecto, y no todo puede ser como desearía, no tengo poderes mágicos para lograr que todo resulte a la perfección.
Y ahora que lo pienso mejor, resignarme no es lo único que me queda... luchar, esa también es otra opción. Luchar para que todo salga adelante, no darme por vencida, continuar y dar todo de mi parte para intentar que aunque sea una pequeña parte resulte en mi vida.
Que positiva me vuelvo de un segundo para otro, ¿no?
El que lea esto, me da igual si piensa que soy bipolar, o una perfecta idiota.
Solo soy y punto.

miércoles, 21 de marzo de 2007

Enferma

[Escrito el 20/03/2007]

Estoy enferma. Hoy estaba en el colegio y me sentía pésimo, me dolía el cuerpo, la piel, un poco la cabeza y los mocos no se querían ir. ¿Qué hice? Le envié un mensaje de texto a mi tía Ely pidiéndole que POR FAVOR me fuese a buscar al colegio para que me lleve a casa. Después de un rato recibo un mensaje que decía mas o menos "tu papá te va a pasar a buscar en 30 minutos, te va a llevar a la clínica". ¡¡Genial!! No había visto tan grave mi situación, pero bueno, que se le va a hacer, hay que hacerle caso a los mayores.
Llegamos a la clínica de Investigaciones, me atienden y me dicen "está resfriada". Hasta alguien que no supiera nada de medicina podría haberme dado ese diagnóstico tan obvio. Me dio licencia médica del miércoles al viernes. También le dio por mandarme a hacer un test cutáneo. Fui a enfermería donde la realizan y me encontré con la niña Rocío, compañera de curso de mi hermana Fran en la escuela de Investigaciones, también se hizo el test cutáneo, sólo que a ella no se le enronchó el brazo como a mí. Así es como descubrí que soy alérgica al pasto, a la maleza y a los ácaros del polvo. Más pifiada no puedo estar.
Como sea... después me fueron a dejar a mi casita en ambulancia, porque a todo esto, mi papá me abandonó mientras me realizaban el test porque tenía una reunión. Llegué a mi casa pésimo, si hasta mareada me sentía, con dolor de cabeza, y el cuerpo me dolía muchísimo más que en el colegio, nada que un buen ibuprofeno y una siesta de unas dos horas no quitara. Ahora me siento congestionada, me duele un poquito el cuerpo, pero es como de ese dolor que te da cuando realizas mucho deporte. Estoy molida.
Y así concluye mi travesía en la Clínica de Investigaciones, donde fui a ver mi resfrío y terminé con varios exámenes a realizar. Fin.