martes, 8 de diciembre de 2009

Cuando te engañas a ti mismo y terminar atrás de los demás

Cuando el tiempo te sobra, lo que comúnmente se hace es realizar aquellos pequeños, o quizás para otros, aquellos grandes actos que en el momento de estar completamente atareados, no nos damos espacio para realizar. Lo que to he hecho durante este casi todo este año es pensar.
Si, si. Todos pensamos en muchas cosas durante el día, lo sé. Perno no me refiero a pensar en qué me voy a poner, o en el qué debo hacer el día de hoy, me refiero al pensamiento quizás masoquista, al pensamiento futurista, al pensamiento del "¿qué hubiese sucedido si...?"
En lo que he pensado últimamente ha sido en algunos cambios que me hubiera gustado hacer y no esperar a que sucedietan. Ejemplos... prefiero no darlos. Con quienes he hablado quizás entiendan a lo que me refiero.
Siempre me decía, y lo sigo haciendo "Primero soy yo, yo soy el personaje principal dentro de la historia de mi vida, yo debo velar por cómo estoy y después por el cómo está mi prójimo", y creo que suena algo egoísta, pero es verdad, porque el día de mañana puede suceder lo más inesperado del mundo, y voy a tener que enfrentarme sola al mundo, sin nadie que pueda decirme ""esto es lo que debes hacer" o "trata de seguir este camino". Y aún así no fui fiel con mi propio pensar. Por culpa... ok, no por culpa, sino mas bien, por la causa de ciertas pañabras dichas alguna vez, yo reaccioné de forma opuesta a lo que suelo decirme. Pensñe en mi prójimo, y no en las consecuencias que traerían si nada sucedía como yo esperaba, y tuvo que pasar bastante tiempo para que al fin las estrellas se alinearan y aconteciera el término de todo. Y aquí es donde viene la parte dolorosa, la parte masoquista de mis pensamientos. Me puse a pensar "Y si yo hubiese reaccionado de otra forma, sin temor a palabras vacías llenas de egoísmo y anhelantes de aceptación "Seguiría como estoy ahora?" ¿Hubiese hecho otras cosas? ¿Podría haber disfrutado de encuentros a los cuales me tuve que privar?"
Como sea, la cagué, no fui fiel a mi misma, y ahora me estoy arrepintiendo de haber hecho mi acto de "benevolencia" por llamarlo de alguna forma. Pensé de forma equivocada, creí que algo podría cambiar, pero no fue así, todo sigue tal cual eran las cosas, solo que yo a unos pasos más atras que los demás.
Bravo Gabriela, te mereces un diploma por ser "La Mujer Más Ingenua".